lunes, 14 de mayo de 2012

Sant Jordi -- 23 de Abril --

Siento ante todo el retraso de esta entrada....

Rosas, libros y enamorados: nunca faltan en Cataluña el 23 de abril. El Día Internacional del Libro se convierte en aqui en un dia festivo muy romántico. Es cuando los catalanes celebran su patrón, Sant Jordi, saliendo a la calle para cumplir con una curiosa tradición popular en la que el chico regala una rosa a la chica y ella le regala un libro a él. ¿el porqué?

El origen de esta curiosa fiesta es una mezcla de tradiciones de distintas épocas. Coincide, por un lado, el hecho de que Sant Jordi sea desde el siglo XV el patrón de Cataluña; por otro, la famosa leyenda de San Jorge y el dragón; y, además, la antigua costumbre medieval de visitar la capilla de Sant Jordi del Palacio de la Generalitat, en donde se solía realizar una feria de rosas o “de los enamorados”. Por esta razón, Sant Jordi también es conocido como el patrón de los enamorados en Cataluña.

Sant Jordi, es el patrón de Cataluña desde 1456, y el de Aragón. Se hizo famoso en toda la Europa Medieval gracias a los milagros que de él contaba la Leyenda Aurea, un compendio de vidas de santos y mártires recogidas por el monje Jacobo de Vorágine en el siglo XIII, pero se sabe que ya era venerado cuatro siglos antes.

De la famosa gesta de San Jorge y el dragón hay tantas versiones como lugares de veneración. En Cataluña se cuenta esta leyenda de Sant Jordi:

Según la tradición, la villa de Montblanc estaba siendo aterrorizada por un colosal dragón. La bestia se había instalado a las afueras del pueblo, infectando el aire y el agua con su aliento apestoso y causando estragos entre el ganado. En su búsqueda de alimento, cada vez se aproximaba más a las murallas, por lo que los vecinos tuvieron que buscar una forma de mantenerlo apartado. Empezaron dándole de comer ovejas; cuando éstas se acabaron, siguieron con los bueyes, y luego con los caballos. Y por fin no tuvieron más remedio que sacrificar a los propios habitantes. Se metieron los nombres de todos en un puchero, también el del rey, y el de su hija la princesa, y cada día una mano inocente decidía quien moriría la mañana siguiente. Y una tarde la escogida fue la princesa. Dicen unos que el rey lloró y suplicó a sus súbditos por la vida de su hija, pero que de nada le sirvió, ya que no era el único padre desconsolado. Cuentan otros que el rey entregó a su hija con valentía y entereza. Sea como fuere, la joven salió de las murallas y se dirigió hacia su triste destino.
Cuando el terrible dragón avanzaba hacia ella, surgió entre la bruma un hermoso caballero vestido de blanco sobre un caballo blanco que arremetió contra la bestia. El animal, herido, se sometió al caballero, que le ató al cuello un extremo del cinturón de la princesa. La dama tomó el otro extremo del cinturón y, para pasmo de los pobladores de Montblanc, condujo al dragón como a un perrito hasta la puerta de la ciudad. Allí, a la vista de todos, el caballero remató a la bestia de un certero golpe de lanza. Dicen unos que el dragón se fundió y fue absorbido por la tierra. Cuentan otros que un gran charco de sangre se formó a los pies del caballero. Sea como fuere, en aquel mismo instante creció un rosal y de sus ramas brotaron rojas rosas. Jorge, o Jordi, o George, o Giorgios, que es como se llamaba el caballero, obsequió a la princesa con una de esas rosas.
Semejante gesta hizo que el santo caballero alcanzase fama y popularidad durante la Edad media, y que fuera escogido patrón de la caballería y la nobleza.

No se sabe con certeza cuándo se empezaron a regalar rosas el día de Sant Jordi. Hay constancia de que en el siglo XV, en Barcelona, era costumbre entre la nobleza acudir a misa a la capilla de Sant Jordi, en el Palacio de la Generalitat, y de que en esa misma plaza se celebraba la Fira de roses (Feria de rosas), una vieja fiesta en la que los hombres regalaban rosas como prueba de amor, un antecedente del actual San Valentín.
Probablemente el origen de la Fira esté en las ofrendas florales que los romanos hacían en mayo, con ocasión de los fastos de la diosa Flora. La rosa roja simboliza la pasión, y la espiga que a veces la acompaña, la fertilidad.
La rosa se unió a Sant Jordi, y hoy en día perdura la costumbre de regalar una rosa con una espiga. Y además, un libro.



He aqui la tradición y para no perderla mi chico me regalo una rosa y yo le regale un libro.... Lo que pasa es que mi libro no es un libro en si, sino que es una libreta, la cual llene con algunos recortes de revista, papel decorado, papel de regalo, poemas y cartas de amo. Al no tener presupuesto para un libro pues estube dedicando bastantes horas a hacerlo y creo que otra forma de espresar tu amor, escribiendo y llenando las hojas de la libreta con todos tus sentimientos...

Aqui os dejo el video donde os enseño como quedo... espero que os guste




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